El 7 de diciembre nuestro Obispo monseñor Ricardo Araya ordenó diáconos a los misioneros Marcelo Olmedo y Santiago Houssay en la Parroquia El Salvador de Serrezuela. Los nuevos diáconos pertenecen a la Sociedad de vida apostólica San Juan Apóstol.
Los sacerdotes de la Sociedad San Juan Apóstol atienden pastoralmente, hace quince años, la Parroquia El Salvador, cuya sede se encuentra en la localidad de Serrezuela. La jurisdicción parroquial es amplia, va hasta los límites con La Rioja. Es la segunda vez que celebran la ordenación diaconal de alguno de sus miembros en este lugar. Un motivo de mucha alegría para toda la comunidad.
Marcelo y Santiago comenzaron su camino de fe con la Sociedad San Juan hace varios años, y luego de un proceso de discernimiento, han descubierto que Dios los llama al ministerio sacerdotal con este carisma de la Nueva Evangelización. Como parte de ese camino de formación, reciben la ordenación diaconal. Acompañaron en la celebración familiares, amigos y sacerdotes de la Sociedad de vida apostólica.
En la homilía el Obispo exhortó: “cuando alguien llamado al sacerdocio ministerial es ordenado diácono, recibe también una indicación precisa ‘estar dónde Jesús está‘. El diácono se identifica con Jesús servidor, porque lo sigue dejando que la vida de Jesús se prolongue en la propia vida gracias al sacramento que se le regala. Se convierte en un servidor que, como Jesús, no se aferra a la vida sino que la entrega, como el grano de trigo que sí no muere queda solo”.
Monseñor Araya reflexionó sobre el lugar donde se encuentra sirviendo el diácono: “No podrán ser sacerdotes sí no han aprendido por el diaconado donde está Jesús. El último Sínodo nos ha dicho donde ha de estar el Diácono: en el ejercicio de la caridad, en el anuncio del Evangelio y en la oración de la Iglesia. Mostrando la relación entre anuncio y vida entregada en el amor. Despertando y sosteniendo en todos la atención hacia los más pobres, en una iglesia sinodal misionera y misericordioso. Ayudando a la maduración de una Iglesia Sierva en seguimiento de Jesús Siervo. Por último, no se entiende el ministerio del diaconado sino en relación con el obispo y los sacerdotes, todos servidores al modo de Jesús.”
