Patrimonio

Estancia Jesuítica la Candelaria

En 1619, las tierras de Pampa de Achala y del río Guamanes (actualmente conocido como rio de La Candelaria) fueron entregadas en merced al Capitán Garcia de Vera y Mujica, quien organizó una estancia de actividades ganaderas, que denominó “La Candelaria”. Ubicada en una planicie de altura ondulada, llamada “Pampa de San Luis” al norte de las Sierras Grandes, en el departamento Cruz del Eje. 

Tras su muerte, administró el lugar su hijo Francisco de Vera y Mujica quien finalmente donó la propiedad a la Compañía de Jesús, con fecha 25 de agosto de 1983. La extensión aproximada era de 300.000 hectáreas.

En el lugar construyeron una Iglesia, las habitaciones anexas a la misma –ubicadas alrededor de un patio- la ranchería de paredes de piedras revocadas interiormente con adobe para vivienda de los esclavos y el tajamar, a unos 200 metros al este del casco. Además hubo una extensa red de acequias, un molino, una huerta de grandes dimensiones y corrales, difíciles de percibir a simple vista en la actualidad. El lugar –así como las otras estancias jesuíticas- se dedicaba al sustento de las distintas instituciones que habían creado en la ciudad de Córdoba, y en este caso se dedicó a sustentar al Colegio Máximo, mediante la cría de mulas que destinaban al negocio de bienes con el Alto Perú.

Este tesoro arquitectónico fue declarado Monumento Histórico Nacional (1941) y Provincial (2000) y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (2000). Es un atractivo imperdible para conocer al noroeste de la provincia.

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