Vida diocesana

La diócesis de Cruz del Eje está ubicada al oeste de la Provincia de Córdoba. Comprende los departamentos: San Javier, San Alberto, Pocho, Minas, Cruz del Eje, la parte norte de Punilla y sudoeste de Ischilín. Abarcando en total un territorio de 22.242 km2 y una población 204.900 habitantes, donde la gran mayoría se confiesa católica, de fe sencilla y profunda. 

Respondiendo a la solicitud del Sr. Nuncio Apostólico de la Argentina Mons. Humberto Mozzoni el Papa san Pablo VI creó la diócesis de Cruz del Eje el 12 de agosto de 1963 mediante la Bula Ecclesia Christi, por ser estas las primeras palabras con las que comienza 

“La Iglesia de Cristo, constituida madre de todos los hombres no omite absolutamente nada en orden a responder a las circunstancias de los tiempos y necesidades de los fieles…” 

El nuevo territorio eclesiástico se desmembró de la Arquidiócesis de Córdoba, cuyo Arzobispo en ese momento era Mons.  Ramón José Castellano,  y quedó sufragáneo a la misma, junto con las demás Diócesis de la circunscripción civil de la Provincia de Córdoba. En el decreto pontificio el Papa escribe que la erección de una nueva diócesis será muy provechoso para la cura de las almas de los cristianos. La Bula establece los límites de la nueva Diócesis, dice así: 

“de la Arquidiócesis de Córdoba separamos los territorios de las provincias civiles, comúnmente llamados departamentos: San Javier, San Alberto, Pocho, Minas, cruz del Eje, Ischilin, Sobremonte, Tulumba, oeste de Rio Seco y norte de Punilla (…)”

Al crearse una nueva Diócesis también se debió disponer, de entre las 18 parroquias existentes en ese momento, una Iglesia Catedral de donde el Obispo presida y enseñe a la comunidad de los fieles según la fe transmitida por los Apóstoles. La misma Bula lo decreta: 

Queremos que el Obispo establezca su sede en la ciudad comúnmente denominada Cruz del Eje y la cátedra del magisterio episcopal en el templo conocido como ‘Ntra. Sra. del Valle’, a la que elevamos con dignidad catedralicia con los derechos propios. Al obispo otorgamos los derechos que le son propios y le imponemos las obligaciones inherentes a su dignidad y oficio. Entre las obligaciones: la de establecer el colegio de canónigos, la de elegir consultores diocesanos, la de erigir al menos un seminario menor y la de enviar a algunos Roma al Pontificio Colegio Pio Latinoamericano.

El mismo día de la creación de la Diócesis, Pablo VI designó a su primer Obispo diocesano. Pensó en un sanjuanino, hasta ese momento Secretario Canciller del Obispado, y que había participado a fines de 1962 en la primera etapa del Concilio Ecuménico Vaticano II. El decreto de su nombramiento dice así: 

“Al amado hijo ENRIQUE PECHUÁN MARIN, Obispo electo de la diócesis de Cruz del Eje, salud y bendición apostólica. Habiendo creado en esta misma fecha por Letra Apostólica “Ecclesia Christi” la Sede Catedralicia de Cruz del Eje, en la República Argentina, hemos creído también conveniente darle inmediatamente un Obispo como un padre para su casa, a quien corresponda exhortar en la doctrina santa a los fieles que le han sido encomendados”.

En una carta del 28 de agosto de ese año el Arzobispo de Córdoba Mons. Ramón Castellano escribió una carta a los sacerdotes y fieles la nueva Diócesis de Cruz del Eje, invitándolos a recibir con obediencia y adhesión filial al nuevo Obispo, elevando oraciones por su misión episcopal. En ella, el Arzobispo expresa: “ no podemos menos de bendecir al Señor y alegrarnos de corazón al ver surgir un nuevo Obispado que traerá, sin duda alguna, una intensificación grande en vuestra vida cristiana”. 

La Diócesis era muy extensa y para una mejor labor pastoral Mons. Enrique les encomienda a los sacerdotes mercedarios la atención la Vicaría episcopal de Deán Funes que abarcaba todo el norte cordobés. El mutuo acuerdo entre el Obispado y la Provincia Mercedaria de Argentina de concretó el 16 de julio de 1978. Este fue el germen para que el Papa san Juan Pablo II considerando que “el Obispo de Cruz del Eje ha llegado a la convicción de que no podía atender de modo conveniente a tantos fieles en una diócesis tan extensa”, creó el 25 de enero de 1980 mediante la Bula “Cum Episcopus” la Prelatura de Deán Funes desmembrando de la Diócesis de Cruz del Eje los departamentos: Rio Seco, Sobremonte, Tulumba e Ischilín (Ahí conserva Cruz del Eje una pequeña porción de Huascha, Olivares de San Nicolás y Las Palmas). El primer Obispo Prelado fue Mons. Dr. Ramón Iribarne OdeM. El Papa consideró que no era conveniente erigir una nueva Diócesis por diversas razones entre ellas la escasa población y la escases de clero.

La Diócesis actualmente cuenta con 20 parroquias y 197 capillas. Dos Santuarios: “Ntra. Sra. del Tránsito y San José Gabriel Brochero”, en Villa Cura Brochero; y “San Roque”, en Villa de Soto. También cuenta con la Basílica “Ntra. Sra. de los Dolores” en Villa Dolores. La diócesis es asistida por 23 sacerdotes del clero diocesano y 6 religiosos. Además hay 13 diáconos permanentes. Existen diferentes expresiones de vida consagrada distribuidas en 13 casas de religiosas, y 3 de religiosos; 1 monasterio masculino y 1 femenino, miembros de institutos seculares, laicas consagradas, vírgenes consagradas y ermitaña. En total son 65 religiosas  y 10 religiosos.

La vida de la Diócesis está marcada profundamente por el legado de san José Gabriel Brochero, no solo en su santuario donde descansan sus restos y que es visitado por miles de peregrinos de todo el país y del extranjero; sino también en la devoción sencilla y profunda de la gente que aún se siente pastoreada por el Cura santo. Brochero fue nombrado patrono del clero diocesano. La Patrona es Nuestra Señora del Carmen y el vicepatrono es san José. A ellos les confiamos la tarea evangelizadora de nuestra Iglesia particular.  

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