Así definió la vocación sacerdotal el obispo de Cruz del Eje en la primera Misa presidida por el padre Gabriel Romero como nuevo presbítero de la Diócesis de Cruz del Eje el pasado domingo 18 de abril en Villa Cura Brochero.
“La vocación sacerdotal no nos hace inmunes al sufrimiento. Pero es posible vivirlo con esperanza. Se puede ser feliz con sabor a las bienaventuranzas de Jesús. Llevar una vida feliz pasando por la muerte, pasando por la Pascua”. Afirmó el obispo Araya.
La Eucaristía se celebró en el salón “Mi Púrisima” de Villa Cura Brochero debido a la gran cantidad de fieles que asistieron y respetando las medidas vigentes de distanciamiento y prevención de contagios.
El nuevo sacerdote Gabriel Romero presidió la Santa Misa y fue acompañado por el obispo Ricardo Araya y el párroco de Cura Brochero, Alex Martínez.
La homilía la realizó el obispo en donde nos recordó a todos que: “Toda vocación cristiana, más que una elección nuestra, es respuesta a un llamado gratuito del Señor, respuesta que se hace también, ayudados y sostenidos por la gracia de Dios”.
Siguiendo al papa Francisco monseñor Ricardo recordó que en cada Eucaristía celebrada en este tiempo urge la necesidad de estar cerca con la carne del hermano sufriente tal como lo hacía el Cura Brochero e invitó al neopresbítero a que lo viva de esa misma manera: “Como hacia Brochero que celebraba la Misa y después lo encontraban junto al borracho del pueblo, junto al político liberal de su época, junto al leproso. El sí que aprendió el gusto espiritual de sentirse uno con su pueblo; con una vida sencilla, sin aceptar privilegios que no tienen sabor a Evangelio” cerró Araya.
El padre Gabriel Romero se encuentra realizando su tarea pastoral en el Santuario del Cura Brochero hace ya más de un año, es por ello que la comunidad parroquial del santuario junto con las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús le obsequiaron al nuevo sacerdote un cáliz y patena para la celebración de la Eucaristía.