El sábado 6 de noviembre se llevó a cabo la primera peregrinación de jóvenes de la Diócesis al Santuario del Santo Cura Brochero. Participaron cientos de jóvenes provenientes de diferentes puntos de la Diócesis. Al llegar al Santuario participaron de la Santa Misa que presidió monseñor Ricardo Araya. Está previsto realizar esta peregrinación el segundo sábado de octubre de cada año.
“Queridos chicos y chicas, ¡Brochero los estaba esperando!“, con estas palabras monseñor Ricardo recibió a los jóvenes peregrinos que llenaron el Santuario Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero para participar de la Santa Misa la tarde del sábado. Los jóvenes, y algunos adultos también, peregrinaban al Santuario con el corazón lleno de nombres; pidiendo y agradeciendo, por eso muchos de ellos al llegar hacían fila para celebrar el sacramento de la Reconciliación.
Los jóvenes partieron de dos puntos de la Diócesis. Desde la Vicaría Sur, comenzaron a caminar a las 6:00 hs desde Villa Dolores, pasando por Altautina. Desde la Vicaría Norte, partieron a las 13:30 hs. desde Panaholma. Los dos grupos llegaron a Villa Cura Brochero alrededor de las 18:00 hs. Allí los esperaban los servidores del Santuario y los jóvenes del Camino Neocatecumenal que habían preparado una calurosa bienvenida.
En la homilía, monseñor Ricardo, les decía: “Brochero los estaba esperando porque quiere acompañarlos por los caminos de la amistad con Cristo. Llevarlos al encuentro con Jesús y su proyecto“. Los animó a vivir este peregrinar como un momento de oración y dejar en el Santuario sus dolores, confiando en la intercesión del Cura: “Brochero: aquí están tus changos y tus chinitas, escuchá sus necesidades. Traen sus propias penas y los dolores de otros jóvenes como ellos, en este tiempo de pandemia, en el hermoso y sufrido noroeste de Córdoba. Usted ya sabe que acá se sufre a causa de la pobreza, de no poder estudiar, de no encontrar trabajo bien pagado. Se sufren diversas formas de marginación, variadas adiciones; esas que matan rápido y esas otras que matan despacito.”
El Obispo exhortó a que nos comprometamos a ser una Iglesia que acompañe los dolores de los jóvenes y, si es necesario, llorar por eso: “una Iglesia y una sociedad que no llora por los dolores de los jóvenes, no sabe ser madre. En vez de matar aprendamos a parir; un mundo con más promesa de vida y de esperanza para todos“. Continuó diciendo en la homilía: “Necesitamos una Iglesia diocesana, unas parroquias, unos movimientos, unos colegios que sepan ver las heridas de los jóvenes causadas por no sentirse amados, reconocidos y valorados. Heridas causadas por las propias derrotas y fracasos, por deseos frustrados; por las discriminaciones, y por los propios errores. Adultos que ayuden a ver que en cada situación dolorosa hay una siempre salida. Que vean y acompañen“.
Concluyó diciendo: “Brochero desde estas tierras nos enseñaba a mirar el cielo. Ahora desde el cielo nos enseña que Jesús anda vivo muy cerca de nosotros, en nuestro corazón“. La próxima peregrinación juvenil diocesana a Villa Cura Brochero será el sábado 8 de octubre de 2022.