Continuando una antigua tradición, se llevo a cabo la celebración de Nochebuena en la localidad de Ambul. En la plaza principal del pueblo se desarrolló la colorida procesión de pesebres de los parajes cercanos, el desfile de agrupaciones gauchas, el paso de carrozas alegóricas y la cena popular. Monseñor Ricardo Araya presidió la Santa Misa y compartió el festejo con los vecinos.
Una historia ligada al paso del Cura Brochero
Ambul es una localidad del departamento San Alberto, dista 34 km de Villa Cura Brochero y tiene mil habitantes aproximadamente. El nombre de la localidad se origina en el cacique comechingón Ambulo Naguán, que gobernó la zona. A través de los años, el vocablo se fue apocopando y la pronunciación se fue deformando (actualmente se lo pronuncia acentuando la silaba “am”, pero originalmente fue una palabra aguda).
La patrona es la Inmaculada Concepción. La imagen que se venera en la capilla data del siglo XVIII. La tradición oral cuenta que llegó al lugar por un prodigio. Su destino era San Juan, pero después que los portadores pasaran la noche en un la entrada de un sitio conocido como “Quebrada de los Heredia”, al volver a cargar el cajón con la sagrada imagen, las mulas no quisieron caminar más. El pueblo adquirió la imagen interpretando que la Virgen quería quedarse ahí entre ellos. Con el tiempo le construyen una capilla de adobe. Hay registros de bautismos realizados allí en 1848. Éste fue uno de los primeros poblados que conoce el Padre José Gabriel Brochero, cuando llega a su Curato a fines de 1869. Según él mismo cuenta, debía ir a Ambul a encontrarse con el cura saliente que estaba allí celebrando la Novena.

En tiempos de Brochero, el templo se encontraba deteriorada, así lo atestigua Monseñor Tissera en una visita en 1886. Considerando que el lugar donde estaba ubicada era de difícil acceso, en vez de una remodelación se decide construir una nueva capilla en un lugar más accesible. Brochero escribe: “en el punto que actualmente está el rancho que sirve de capilla, no hay porvenir y por esto no hay ni ranchos” (Carta al Obispo Toro 30/10/1892). Aun quedan vestigios de la primitiva capilla.
El lugar para emplazar la nueva capilla fue donado por un vecino, don Andrés Avelino Molina. Brochero le escribió al Obispo comunicándole la obra: “(donó) un terreno de su propiedad para que se haga una villa, y una capilla en Ambul, que tanto he deseado yo, desde que fui nombrado hace ahora 22 años… La iglesia será tal, que abarque, y pueda contener a todos los habitantes de la pedanía de Ambul, que es la más poblada de mi curato… yo los ayudaré hasta verla terminada: y será la última de mis empresas, por haberme incapacitado la vejez” (Carta al Obispo Toro 30/10/1892).
Al comenzar la nueva capilla de Ambul, Brochero tiene 52 años. Los hechos demostrarán que no será su “última empresa” como él dice. Sin duda es él quien pone en movimiento las iniciativas, pero el trabajo es de toda la comunidad y esto le trae algunas dificultades. En diciembre de 1892 el Cura invita a los vecinos a armar una comisión para la construcción del templo. Pone tres condiciones para los miembros de dicha comisión: tener influencias para poder conseguir recursos, vivir cerca del terreno y ser decididos en la construcción de la obra. Desde el comienzo tres personas ofrecen su servicio al Cura, aunque reconocen no cumplir con los requisitos. Más tarde Brochero contestará en una carta a los que critican a la comisión diciendo: “solo estos tres… (me dijeron): ‘por si nos encuentra útiles estamos a su orden, aunque nos consideramos sin las aptitudes’ (…) En fin, yo espero en Dios y en la Virgen de la Purísima que con estos tres jodidos (flojos para el trabajo), ignorantes y sin influjo, se hace la parte de la iglesia tal cual yo la había proyectado, para que se vea que no es obra mía, ni de los tres que forman la comisión sino que es obra de Dios, pedida por la Virgen” (cf. Carta a José Mayo 5/6/1893).
Aunque la Capilla de Ambul no está terminada, Brochero siente el peso de los años y renuncia a su curato. La capilla duró poco, un fuerte viento levantó el techo en 1911. El Obispo Zenón Bustos cuenta que en su visita en 1916 celebraban la Misa en la sacristía. Los feligreses decidieron construir una capilla nueva, la que está en pie actualmente, sobre el costado opuesto de la plaza al que se encontraba ésta. La misma fue bendecida por el padre Domingo Acevedo el 1 de marzo de 1918.

La celebración de la Navidad en Ambul
La Nochebuena en Ambul se celebra comunitariamente en la plaza principal, que lleva el nombre “24 de diciembre”. Allí tiene lugar un tradicional desfile de pesebres. Vecinos de distintos parajes de la zona, traen caminando sobre andas unas representaciones de la escena de la Natividad del Señor, acompañados de vestimentas típicas, banderas, sonidos de bombos y cabalgantes. Esta expresión popular de fe tiene las características de los “misachico” del Noroeste argentino. Este vocablo, que proviene del quichua, es una alteración fonética de “misachiku” que resulta de agregarle al sustantivo “misa” las partículas: “chi”, que es el verbo hacer, y “ku”, que significa “nosotros”. El resultado literal sería: “misa que hacemos nosotros”, o sea, expresión religiosa realizada por el pueblo.

Esta celebración tiene su origen en tiempos que el Santo Cura Brochero era el párroco del lugar y celebraba allí la Misa de Navidad, el 24 de diciembre a la noche. Para hacer esto, tuvo que pedir la autorización correspondiente dado que, no era la costumbre celebrar misa de noche. Ni siquiera la vigilia pascual, hasta 1951 por disposición del papa Pio XII, se celebraba de noche. Es que previo a la reforma litúrgica mandada por el Concilio Vaticano II, la observancia del ayuno eucarístico era exagerada. Para cumplir fielmente con un ayuno prolongado, los sacerdotes celebraban misa solo por la mañana.
Si bien el Curato que debía atender el Padre Brochero era muy extenso, consta su presencia en algunas oportunidades tomando como referencia el libro de Bautismos. Se conserva un programa del año 1920 de la “Santa misión y fiestas patronales”, con la presencia de dos sacerdotes, uno franciscano capuchino y un jesuita.
Entre los pesebres se destacan cuatro de ellos por su antigüedad, lo que nos permite inferir que el pedido de Brochero para celebrar la misa de Nochebuena allí responde a una particular devoción al Niño Dios en esa zona. Las familias custodiaban los pesebres en sus casas y se juntaban a rezar la novena con los vecinos.

El Niño de Ambul de las Sierras y una antigua Virgen de Luján, pertenecieron a José Francisco Heredia desde 1816. Estas imágenes fueron heredadas a su hijo Pedro Esteban. Luego éste deja el Niño a su hijo Jesús, y la Virgen a su hija Balbina. La imagen de la Virgen de Luján se venera desde 1940 en la capilla de El Huayco (a 7 km de Ambul). El Niño permaneció en la casa de Rogelia Heredia, descendiente de la familia. Cada año trasladaban el pesebre acaballo por un camino de herradura. Las procesiones van siempre acompañadas de la música, a pesar de que era un camino largo, una mujer iba tocando el acordeón arriba de su caballo durante el trayecto. Durante el año, se puede apreciar el pesebre en la nave lateral de la Capilla de Ambul, al llegar la Navidad lo prepararan para la procesión distinguiéndose con los colores blanco y amarillo.
El Niño de Santa Rosa perteneció a Pantaleón Romero, y junto con el Niño de las Sierras fueron los primeros en ser traslados solemnemente los 24 de diciembre a Ambul. Ambos tienen una característica peculiar, no están acostados boca arriba, sino recostados de costado. En el año 1969, la familia entregó la imagen en custodia a la Idalina de Navarro y luego fue depositado en la Capilla de Santa Rosa. En la actualidad, son los vecinos de ese paraje los encargados de llevar el Niño identificándose con el color verde.
El Niño de La Pampa según una tradición oral del lugar, habría sido pertenencia del Cura Brochero. En 1913, cuando el Cura estaba enfermo, le encargó al padre Domingo Acevedo que le llevara esa imagen a un amigo suyo de Ambul, Benicio Barrera. Desde ese momento él se encargó de su custodia y sus descendientes conservan la tradición de llevar el Niño con el color rojo.
El Niño de Mussi data de 1952, cuando el padre Felipe D’Antona se lo entrega en custodia a Mercedes Carreras de Altamirano para que este paraje pudiese participar de la fiesta de la Navidad en Ambul. Después de varios descendientes, la imagen en la actualidad pertenece a la comunidad y cada año la preparan con los colores azul y blanco.
Otros Niños vienen de El Huaico (desde 1988), del Barrio San Nicolas (desde 1993), de Alto Grande (desde 1997) y de varias familias y parajes más. En la actualidad son diecinueve los pesebres que llegan en procesión previo a la celebración de la misa. Estas imágenes son custodiadas con devoción en las capillas o en las casas y su valor religioso es transmitido de generación en generación. Cada Niñito Dios es un testigo silenciosos de oraciones sencillas y espontáneas que le hacen los feligreses mirándolo con piedad y gratitud.

En 1988 presidió la celebración monseñor Omar Felix Colomé, siendo la primera vez que el obispo diocesano participara en ella. Al año siguiente emite un decreto reconociendo el valor religioso de la fiesta, pidiendo que se lo conserve y prohibiendo que se cobre algún tipo de entrada para participar de ella. En otra ocasión deja constancia que cuando redactó el informe de la visita “Ad limina apostolorum” a la Santa Sede, refirió a la fiesta de la Navidad en Ambul como “un acontecimiento relevante de religiosidad popular” (Mons. Colomé, Carta a Susana de Atala 1/3/2004).
Terminada la Misa se realiza el desfile de carrozas alegóricas alrededor de la plaza, en las que las distintas comunidades realizan representaciones religiosas, escenas bíblicas o de la vida de Brochero. Finalizado esto, se desarrolla la segunda parte de la fiesta, con la realización de espectáculos folklóricos y otras manifestaciones artísticas, mientras se comparte la cena en familia en la plaza del pueblo, y a las doce el brindis navideño. Además de los habitantes del lugar, vuelven a esta fiesta aquellos que vivieron allí y algunos turistas que se sienten atraídos por esta fiesta tan particular.
La fiesta de la Navidad en Ambul fue reconocida de Interés provincial por el Poder Ejecutivo de la Provincia de Córdoba, a través de la Agencia Córdoba Cultura en el año 2004. En el mismo sentido se manifestó la Legislatura de la Provincia de Córdoba, declarando su adhesión y beneplácito a la fiesta. Luego en el año 2007, declaró su interés la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, allí se expresa que “(la celebración) refuerza significativamente la identidad cultural y las tradiciones de nuestros pueblos”.

Nuestro Obispo Ricardo Araya ha participado de la Navidad en Ambul en dos oportunidades, en el año 2018, y en la reciente fiesta del 2022. En esta última expresaba: “Es una hermosa vivencia de fe y de fiesta popular, con música y peregrinación. Ambul hace muchos años que recibió la gracia de poder celebrar la Navidad uniendo familias. Esto es una bendición grande para todos. Aunque muchas veces no se puede manifestar, los argentinos somos un pueblo que se sabe hermanos. Dios quiera que siga creciendo en todos ese deseo de unidad”.
La Navidad en Ambul sintetiza de manera excelente la fe y la cultura popular. Misa, pesebres, carrozas, agrupaciones gauchas y música festiva, se mezclan armoniosamente. En la cultura de los pueblos se encuentran estos elementos religiosos que no solo son “semillas del Verbo”, sino también “frutos del evangelio” sembrado hace cinco siglos en nuestro continente. La fuerza que tiene la religiosidad popular hace que el pueblo se evangelice a sí mismo. Entendida de este modo la pastoral debe estar orientada no solo hacia el pueblo, sino desde el pueblo mismo.
Si bien la fiesta es, desde los orígenes, convocada por la comisión de la capilla, en la actualidad se organiza con la colaboración de la Comuna de Ambul debido a las dimensiones que tiene, la relevancia cultural y las exigencias de seguridad y los costos de sonido e iluminación. En el video que está a continuación se puede apreciar lo que fue la última fiesta desarrollada el 24 de diciembre de 2022.