“Brochero y Pironio siempre salían al encuentro de los demás”. Cardenal Bergoglio

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bergoglio en Brochero

El 8 de noviembre el Papa Francisco aprobó un milagro obtenido por la intercesión del venerable siervo de Dios Cardenal Eduardo Francisco Pironio, lo que habilita su próxima beatificación. Recordamos hoy cuando el Cardenal Jorge Mario Bergoglio estuvo en Villa Cura Brochero en el año 2008 para hablar sobre el Cardenal Pironio.

Durante el mes de Septiembre de 2008, se realizó en Villa Cura Brochero el V Encuentro Nacional de sacerdotes. Organizado por el Secretariado Nacional  de Formación Permanente, organismo dependiente de la CEMIN (Comisión Episcopal de  Ministerios), convocó a más de 500 sacerdotes  de todo el país y más de 30 obispos. El tema del Encuentro estuvo centrado  en la figura del Cardenal Eduardo Pironio, al cumplirse 10 años de su fallecimiento, y en el testimonio sacerdotal que él transmitió. El lema elegido: “Alegres servidores de la esperanza” orientó las  reflexiones y ayudó a mirar la propia vida sacerdotal en cada uno de los presentes.

La primera exposición del encuentro estuvo a cargo del padre Fernando Vérgez Álzaga LC, secretario personal de Pironio durante 23 años, que dio una semblanza de su persona y testimonios personales. Este sacerdote fue creado cardenal en 2022 y actualmente es el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Según informaron participará en nombre del Santo Padre de la ceremonia de beatificación de Pironio.

La disertación del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco, en tierras brocherianas se centró en el modelo sacerdotal a partir de los textos de Aparecida. Allí dijo: “Este encuentro es una expresión evidente de la dimensión comunional del presbiterado. Esto está en Aparecida cuando dice “no hay cristiano sin comunidad”. O sea, no hay discípulo sin comunidad. La gracia nos viene a través de una comunidad (cfr. Ap 150-152). Encontrarnos nosotros, los que tenemos la misión del ministerio ordenado, es sentirnos comunidad y hacer comunidad. Es darnos cuenta que solos no somos cristianos. Y si no nos insertamos en la diócesis con los demás presbíteros, si no nos insertamos con el obispo y con los fieles de la diócesis, perdemos la dimensión comunional del presbiterado y terminamos siendo monadas, perdiendo la vivencia cristiana que es fundamentalmente comunional.”

El cardenal Bergoglio decía sobre Brochero: “Toda acción sacerdotal, sea del presbítero o del obispo, tiene que ser paradigmáticamente misionera, tiene que ser salidora. Cuando a Brochero lo quisieron encajonar haciéndolo canónigo, no con mala voluntad sino honrándolo, sintió que “éstos aperos no son para esta mula, esta mula es salidora”. Él siempre iba más allá. Hay que ir a buscar la oveja perdida. Ahora, cuando el cura se pone en administrador, en recibidor, cuando arma “la oficina” parroquial y a dos cuadras hay gente que ni sabe persignarse, algo está fallando.”

Relacionando la dimensión misionera de Brochero y Pironio decía: “Hay algo que es propio de Pironio y de Brochero y es el no quedarse en ellos. El Cura Brochero era un salidor de alma. Brochero salía a buscar y como dice el Evangelio de San Mateo en la Parábola del Banquete, juntaba a buenos y a malos. A todos les daba los ejercicios espirituales. Brochero era un salidor, no se quedaba en la casa parroquial. Y Pironio, si bien no tenía el rasgo de salidor de Brochero, era un hombre de puertas abiertas con el que te daba ganas de estar. Es decir, Pironio tenía otra manera de salir. La apertura de su corazón era un rasgo típico de él. Cuando vos ibas a verlo a Pironio, estuviera donde estuviera y con el trabajo que tuviera, te hacía sentir que vos eras el único. Lo que me impresiona de los dos es la manera que tenían de salir a los demás. Brochero fue el cura que andaba y andaba y andaba. Y la apertura de Pironio era su manera de salir, estando siempre a disposición de los demás.”

La noticia de la beatificación se dio el 8 de noviembre, cuando el Papa autorizó al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, a publicar el decreto con el que la Santa Sede reconoce la intercesión de Pironio en la curación sin explicación científica de un bebé que salió de un cuadro de coma profundo, luego de que sus padres le rezaran al futuro beato para que intercediera por él. La celebración de beatificación será el 16 de diciembre en la Basílica de Nuestra Señora de Luján en Buenos Aires.

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