El domingo 12 de noviembre la hermana Andrea Natalí Tomasini Faes, de la Fraternidad Monástica Abba Padre, hizo su profesión temporal en la misa presidida por monseñor Ricardo Araya.
La hermana Andrea hizo su profesión monástica temporal por el lapso de tres años en manos de su priora, madre Clara Silvina Leston. La hermana Andrea leyó la fórmula de profesión quedando de manifiesto su “sí” al llamado de Jesús.
El domingo XXXII se celebró en la liturgia la llegada del esposo, es por eso que monseñor Ricardo en su homilía reflexionó sobre la alianza: “Aceite y lámpara encendida para una alianza. Dios quiere establecer con nosotros una Alianza. Para comprender esto nos viene bien mirar en la Biblia el simbolismo de la esposa”.
“Se trata de guardar el aceite, símbolo de la sabiduría y de la luz en el camino de la vida para el encuentro diario y definitivo con Dios, esposo de la humanidad toda”. Sostuvo Mons. Araya.
Una alianza con Dios que es para todos: “Todos invitados a decir que si a la alianza y a vivir conforme a ella, según la vocación y el carisma que cada uno ha recibido. El bautismo nos da una dignidad y una igualdad que antecede a toda diferencia de carismas y ministerios”.
La madre Hilda, fundadora de esa fraternidad, llamó a la hermana Andrea con su nuevo nombre: Andrea de Jesús de Betania. Este nombre nuevo indica el modo particularísimo con el que cada hermana realiza el seguimiento esponsal, recibiendo en ese nombre, la misión para toda la vida.
Por último, el obispo invitó a la hermana Andrea a ser contemplativa en la acción: “Andrea, te toca ser en el corazón de la Iglesia y el mundo esa mujer trabajadora representada en Marta que todo lo hace queriendo ser como María en la oración y para la oración, que a los pies del Señor escucha la Palabra.”
Luego de la ceremonia, se realizó un almuerzo fraterno en el monasterio del cual participaron las hermanas anfitrionas junto a monseñor Ricardo Araya; también estuvieron presentes el obispo emérito Marcelo Cuenca, capellán del monasterio; el padre Eduardo Tánger de la Arquidiócesis de Paraná, seminaristas, familiares y amigos de la hermana Andrea.
