Grupos de jóvenes misionaron durante este tiempo de receso invernal en distintos puntos de la Diócesis. Los acompañaron sacerdotes y religiosas.
Impulsados por la experiencia de las misiones juveniles diocesanas de enero y el III Encuentro Regional de Jóvenes de mayo, grupos juveniles de la Diócesis organizaron misiones durante este tiempo invernal. El espíritu misionero de los jóvenes no se apagó a pesar del frio. En sus testimonios expresaban la alegría de compartir la fe con la gente del lugar y aprender de ellos la confianza en Dios aun en medio de las dificultades.
El grupo juvenil de la Parroquia Nuestra Señora de Schöenstatt de Villa Dolores misionaron en la localidad de Chancaní del 10 al 13 de julio acompañando a esa comunidad en su novena patronal de Nuestra Señora de Carmen. Los acompañaron el padre Rodrigo Olima Toranzo y las Hermanas Siervas de la Misericordia de Dios.
Otro grupo parroquial que hizo una experiencia misionera fue el de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la ciudad de Cruz del Eje que misionaron Palo Parado el 11 y 12 de julio. Ellos recibieron la visita de monseñor Ricardo Araya que los felicitó por integrar en el trabajo a las capillas y darles vida. Los acompañaron el padre Gustavo Orellana y el padre Agustín Sánchez.
La pastoral de juventudes organizó misiones vicariales del 17 al 19 de julio. Un grupo visitó la ciudad de Villa de Soto, en los barrios 9 de julio y Santa Rita. Allí los acompañó el padre Juan Pablo Díaz y los seminaristas. Recibieron la visita de nuestro Obispo que los animó a pedir el don de la fe sencilla, solidaria y comprometida. Agradeció a los adultos que hacen posible que los jóvenes hagan esta experiencia.
El otro grupo, coordinado por la vicaria sur de la pastoral de juventudes, misionó en la localidad de La Paz. Allí los acompañó el padre Alex Martínez. Al visitarlos monseñor Ricardo agradeció a los jóvenes por compartir la Palabra de Jesús con adultos y con niños, y los animó a seguir celebrando el encuentro con Dios en la salida de sí mismos.