“Brochero supo abrir caminos que conducen al bien común” – Mons. Araya

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El 18 de enero comenzó una nueva edición de la Semana Brocheriana en Villa Cura Brochero. Nuestro Obispo presidió la Misa de apertura. Se espera una gran concurrencia de fieles devotos del Santo Cura.

Con el lema “Bautizados en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo” se está viviendo la Semana Brocheriana en el Santuario Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero de Villa Cura Brochero. Muchos peregrinos participan de las diferentes actividades que se proponen estos días, especialmente de la celebración de la Misa. La Semana Brocheriana nace en 1952 con el objetivo de difundir la vida y obra del Santo Cura Brochero y rezar por su canonización.

Luego de la canonización en 2016, la Semana Brocheriana se siguió realizando, es más, se acrecentó el numero de peregrinos que cada año vienen de distintos puntos del país a vivirla. La misa central de cada día estará predicada por monseñor Sergio Buenanueva, Obispo de la Diócesis de San Francisco, Córdoba.

Monseñor Ricardo presidió la Misa de apertura. En su homilía dijo: “Les propongo que contemplemos a Brochero abriendo caminos. Dice en una carta (323) pidiendo el tren, en 1905, escrita al Vicepresidente Figueroa Alcorta: “He hecho también sesenta caminos vecinales, y un camino carretero de doscientos kilómetros que une a Soto con Dolores, luchando en todas estas obras con millones de dificultades que ahora son las que pretendo eliminar con este ramal”. Recién en 1883, después de su visita a Traslasierra el gobernador Juárez Celman dispone que se estudie la traza de un camino de herradura a fin de comunicar Traslasierra con Córdoba. Y también se estudia la construcción de un camino carretero para comunicar Traslasierra con Córdoba que logra ser realizado en 1904. Así estaban aislados y sin caminos los departamentos del oeste de Córdoba en los tiempos que llegó Brochero a San Pedro en 1869. Hoy hablamos del camino de Brochero. Y mientras dialogamos y discutimos nos va quedando mucho más  claro que Brochero es un santo que supo abrir caminos. Era un párroco, pero un párroco misionero, andariego. Se pasó la vida abriendo caminos, achicando distancias, creando puentes, facilitando la comunicación y el encuentro; manteniendo y haciendo transitables los caminos ya existentes. Venimos hoy como peregrinos a venerar a un hombre-sacerdote-santo que supo abrir caminos. Abrir los caminos que conducen al bien común.

Comentando la segunda lectura que la liturgia proponía ese domingo en la que decía: “A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común” (cf. 1 Cor 12, 7), el Obispo expresó: “Había en la comunidad de Corinto rivalidades, celos y envidias a causa de los dones espirituales (no materiales) que habían recibido y que ejercitaban tanto ad intra como ad extra. No eran los corintios personas pasivas o desinteresadas. Eran entusiastas, conscientes de su protagonismo y de la función mayor o menor que cada uno podía aportar. Era una comunidad plural, viva y comprometida. ¿Cuál era el problema? Pablo dirá que todos los dones tienen un origen común. Y no son dones para el propio aprovechamiento, sino para el bien de toda la comunidad, en armonía.”

“Brochero quería para sus paisanos esos adelantos que gozaban otros argentinos en Córdoba, en Buenos Aires. Esto se comprende bien desde la perspectiva del bien común, que significa crear aquellas condiciones que hacen posible que todos crezcan. Brochero cuando abría caminos no buscaba el éxito personal, el aplauso, la felicitación de su obispo o el poder político: buscaba el bien común de su gente. Sabemos que su gente lo amó profundamente, lo admiró, lo ayudó, lo imitó. Esto hizo el Espíritu Santo en su alma sencilla y pobre. ¿Qué quiere hacer el Espíritu en nosotros? Ojalá que la fuerza del turismo religioso se muestre capaz de contagiar el espíritu que animó a Brochero. ¿Qué distancias hemos de acortar en la Argentina actual? ¿Qué distancias hemos de acortar en Córdoba, donde todavía mucha gente del Oeste tiene malos caminos, le falta el agua y la luz? La falta de luz, agua, transporte público aíslan a las personas y comunidades; dificultan la educación y la salud; impiden la integración social, cultural y religiosa. Los caminos de Brochero fueron un acto de amor de su corazón de pastor, fueron  búsqueda de justicia y de bien común. Pidamos al Espíritu Santo que inspire a cada uno de nosotros, según el don y responsabilidad recibida. Hagámonos cargo, los caminos de Brochero están sin terminar”. Culminó el Obispo.

El programa de las celebraciones:

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