El 4 de noviembre fue instituido en el ministerio del lectorado el seminarista Pablo Lasala. La celebración se realizó en la Parroquia San Francisco Javier de la localidad de San Javier. Fue presidida por nuestro obispo monseñor Ricardo Araya.
El lectorado es un ministerio eclesial y laical, es decir, para ejercer en nombre de la Iglesia y lo puede recibir cualquier bautizado. En el caso de Pablo Lasala, como candidato a las sagradas órdenes, es parte de su proceso formativo en el seminario. El lector es un ministro en todo lo que se refiere al servicio y cuidado de la Palabra de Dios. Permite leer la Palabra de Dios en la asamblea litúrgica, ayudar en la catequesis de iniciación cristiana y enseñar la Palabra a quien no la conoce o no entiende.
Pablo está transitando el séptimo año de formación en el Seminario Jesús Buen Pastor de Rio Cuarto. Nació en Ciénaga del Coro y su familia vive actualmente en Arroyo de Los Patos. Ha recibido este ministerio de manos de nuestro Obispo con el propósito de ser, según él mismo explicó: “el último eslabón de la cadena entre la Palabra Divina y el pueblo que la escucha”.
En su homilía monseñor Ricardo hizo alusión a la lectura proclamada en la liturgia diciendo: “Jesús nos advierte a los discípulos de todos los tiempos que no hemos de ser hipócritas. Que no se diga de nosotros: no hacen lo que leen, no creen lo que leen”.
Luego explicó el alcance de este ministerio: “Hay una etapa de la formación sacerdotal donde todo se concentra en la búsqueda de configurarse con Cristo Pastor y Siervo. Se busca la unión con Cristo para poder hacer de la vida un don para los demás. Se busca que surjan los sentimientos y las actitudes de Cristo, para ir aprendiendo lo que significa el cuidado pastoral del Pueblo de Dios. Por eso en esta etapa es conveniente que se pida y reciba el ministerio del lectorado, para que ejercido durante un tiempo el seminarista se disponga cada vez mejor al futuro servicio a la Palabra. Se espera que los responsable de la formación indiquen un ámbito concreto en el que el seminarista pueda ejercer el lectorado y señalen las orientaciones de la Iglesia: no solo en la liturgia, sino también en la catequesis, la evangelización y el servicio al prójimo.”
La celebración se llevó a cabo en el templo parroquial de la Parroquia San Francisco Javier. Allí descansan los restos de monseñor Uladislao Castellano, tercer Arzobispo de Buenos Aires. Monseñor Ricardo recordó que éste fue padrino de altar del santo José Gabriel Brochero en su ordenación sacerdotal hace 157 años, el 4 de noviembre de 1866.