El sábado 10 de agosto se llevó a cabo la clausura del año jubilar de la diócesis de Cruz del Eje en Villa de Pocho.
Una multitud colmó la comuna de Pocho, localidad ubicada a 125 km al sur de Cruz del Eje. Allí se vivió una emotiva fiesta alrededor de la histórica capilla Inmaculada Concepción de María, la sede más antigua del curato de Traslasierra, territorio de la actual diócesis de Cruz del Eje.
Miles de peregrinos de todas las parroquias y capillas de la diócesis participaron de este evento para dar cierre al año jubilar por los sesenta años de creación de la diócesis de Cruz del Eje.
La jornada comenzó bien temprano cuando los peregrinos se concentraron en diferentes puntos de encuentro ubicados a 4 km de distancia de la localidad de Pocho. Desde allí caminaron hacia la capilla donde ya esperaban algunos fieles que llegaron en colectivos y vehículos particulares.
Antes de la misa se realizó una obra de teatro llamada “Los comuneros y Tupac” por parte del grupo: “5ntrato Teatro”, luego se realizó la procesión de los santos patronos dando la bienvenida a las distintas comunidades que peregrinaron hacia el lugar de encuentro.
En la misa, representantes de la Vida Consagrada de la diócesis renovaron su compromiso dando gracias a Dios por los años de servicio viviendo cada uno su carisma en la vida diocesana.
Monseñor Araya en su homilía destacó la importancia del lugar donde se produjo el cierre del jubileo: “Hemos venido a Pocho, a esta tierra con larga historia, con mucha vida y sufrimiento; con lucha y con tanta fe; para no dejar de peregrinar hacia Dios que nos espera siempre, como dice el Evangelio, con los brazos abiertos para hacer fiesta.” Reflexionó el obispo.
La capilla de Pocho es el templo más antiguo en ser sede del curato de Traslasierra, es por eso que el obispo recordó que “Estos 60 años han de ser un nuevo punto de partida en nuestra Iglesia Diocesana desde Pocho, desde esta tierra, tantas veces olvidada, desde esta Capilla dedicada a la Virgen María que ha cobijado a tantas generaciones de hombres y mujeres originarios, españoles e inmigrantes”.
“Un nuevo punto de partida porque escuchamos que Jesús nos vuelve a decir: “vayan por todas partes y anuncien el Evangelio”. Vayamos entonces, desde el “común”. Porque a los “comuneros” de Pocho el Evangelio que les había sido predicado, les dio luz y coraje para reclamar los caminos de la libertad, la igualdad y el respeto de la dignidad humana”.
“Vayamos nosotros también por los caminos de la libertad, de la igualdad y de la justicia para todos; desde el compromiso y la participación a la que nos impulsa hoy el bautismo que hemos recibido”. Sostuvo Mons. Araya.
Al finalizar la misa, el padre Gabriel Romero, párroco del lugar, agradeció el trabajo y el esfuerzo de todos los que hicieron posible esta fiesta que llevó mucho tiempo de preparación. Luego se descubrió y bendijo una placa en la entrada al histórico templo en donde oficialmente quedó impreso, para la memoria agradecida, el cierre del jubileo diocesano.
Seguidamente se compartió el almuerzo, ocho ollas de abundante locro en el patio lateral de la capilla estaban listas para servir cada mesa de las comunidades visitantes. En el escenario comenzaron a tocar las bandas y artistas folclóricos locales, mientras que algunas academias acompañaban con el baile.
Participaron del evento la jefe comunal de Villa de Pocho, Melisa Oviedo. El legislador del Departamento, Jorge Heredia, la intendente de Salsacate, Karina Figueroa; intendentes y jefes comunales de localidades vecinas y autoridades de la Policía de la Provincia de Córdoba, DUAR y Bomberos de la Provincia de Córdoba.