El sábado 10 de diciembre se celebraron los 25 años de la Fundación misionera “María de la Esperanza”, cuya sede se encuentra en la localidad de San Marcos Sierras. Su fundadora, la hermana Theresa Varela, renovó sus votos perpetuos en la celebración que presidió monseñor Araya.
Todos en San Marcos Sierras conocen a la Hermana Theresa y destacan en ella su calidez humana y su espíritu de servicio a los más pobres, sobre todo a los niños. La religiosa nacida en Cabo Verde, África, llegó a nuestro País en 1971, enviada por la Congregación de San Pedro Claver, a la que pertenecía. En 1993 decide hacer una experiencia misionera fuera del convento y se traslada a la localidad de Oncativo, Córdoba. Llega a nuestra Diócesis en 1997, recibida por monseñor Omar Colomé, y se instala en San Marcos Sierras, ese año crea, junto a un grupo de laicos, la Fundación misionera “María de la Esperanza”.
Con ocasión de los festejos de los 25 años de la Fundación, nuestro Obispo monseñor Ricardo, presidió la Santa Misa en la Plaza “Cacique Tulián” de San Marcos Sierras. La misma estuvo concelebrada por el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera; el vicario para la atención pastoral de esa localidad, el padre Sergio Rivero; y otros sacerdotes. Estuvieron presentes las hermanas del Monasterio Abba Padre.
En su homilía el Obispo recordó: “El evangelio nos dice que María dijo que ‘sí’, sin que le fuera negada la incomprensión, es decir, no sabía hasta donde se comprometía, pero decía ‘sí’. Esto nos habla de la libertad de María. Una fe que genera libertad para ir por los caminos que no sabía cuales son. Un camino que tiene dificultades, por eso emerge ella como mujer fuerte, capaz de mantener esa fidelidad en todos los momentos que le tocó transitar por esta tierra. María es la mujer creyente, libre y fuerte. En la hermana Theresa, Dios nos ha regalado algo de eso. Todos somos somos imagen y semejanza de Dios, pero de un modo revela la imagen los varones y de otro modo las mujeres, y se complementan. Theresa es una mujer de gran empatía. Es libre, de corazón libre, que implica la libertad de no estar atado a uno mismo, sino al proyecto e intereses de Dios”.
Monseñor Araya reconoció la labor de la Fundación en favor de los pobres y recordó en ellos vemos a Cristo. Continuó: “Esta Fundación es un don que debe inspirar en nosotros algo parecido. La acción de gracias es verdadera cuando genera en nosotros algo de imitación, despierta la creatividad para hacer el bien. Theresa ha tenido siempre presente que en los pobres vemos a Jesucristo. Él nos ha enseñado que está en todos, pero de modo especial en los mas pequeños. Lo que le hacemos a los pequeños se lo hacemos a él mismo. El amor se muestra verdadero cuando privilegia a los mas necesitados sin ponerse por encima de ellos. Debemos ser capaces de aprender de los pobres, cuando damos algo, también recibimos de ellos, debe darse siempre esa posibilidad”.
Luego de la Misa, se realizó un acto de agradecimiento en la Aldea. Allí la hermana Theresa se mostró agradecida porque, según dijo, cuando llegó allí no tenía nada y ellos le dieron todo. Expresó sus ganas de seguir trabajando con la misma fuerza que tenía el día que llegó a San Marcos.
Actualmente la Fundación tiene una importante construcción en San Marcos Sierras llamada “Aldea La Esperanza”, donde funciona una escuela de adultos para completar estudios primarios y secundarios, una escuela de artes y oficios, talleres artísticos y deportivos, y comedor. Además cuenta con Centros Comunitarios en la Ciudad de Cruz del Eje, en los barrios: Los Altos, La Curva, La Rinconada, San Antonio y La Feria; y dos en la zona rural: El Simbolar y Olivares de San Nicolás.