El sábado 12 de octubre se llevó a cabo la cuarta edición de la Peregrinación juvenil diocesana a Villa Cura Brochero. Nuestro Obispo presidió la Misa al llegar al Santuario.
La Peregrinación juvenil al Santuario del Santo Cura Brochero es organizada por la pastoral juvenil diocesana. Se realiza cada año el segundo sábado de octubre para conmemorar el aniversario de la canonización del Cura Brochero. El lema de esta edición fue: “Peregrinos de esperanza”.
Desde el norte de la diócesis, el punto de encuentro fue Panaholma a 14 km de Villa Cura Brochero, donde se convocaron los jóvenes que venían desde Capilla del Monte, Cruz del Eje, San Carlos Minas, Salsacate y Villa Cura Brochero. Desde allí peregrinaron por los viejos caminos de tierra haciendo varias paradas con momentos espirituales a cargo de los Monjes de la Santa Cruz.
Por otro lado, los jóvenes del sur de la diócesis, se juntaron en la localidad de Altautina a 30 km de Cura Brochero y desde allí comenzaron el sendero brocheriano hacia la villa serrana. Este año se sumó un grupo cordobés que partió desde el parador Giulio Cesare.
Al llegar los dos grupos de peregrinos se celebró la misa presidida por el obispo Ricardo Araya en el santuario. Monseñor Ricardo agradeció a los jóvenes por protagonizar la IV peregrinación y los invitó a entregar la vida como Brochero para ser felices: “Pidamos a Brochero que nos ayude a ser felices, con la felicidad de Dios. Los testimonios aseguran que Brochero era feliz, un hombre simpático que incluso cuando se quebró una pierna seguía haciendo chistes“.
“Dios nos ha revelado que se encuentra la felicidad cuando salimos de nosotros mismos y nos entregamos. Entregar la vida ahora en la familia, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, con los más pobres. Que podamos recibir el título de felices. Para ser feliz hay que entregarse, hay que amar. Hace falta que nos enamoremos. Pidamos enamorarnos de la Palabra de Dios, de Jesús, de su Evangelio, de su proyecto“. Reflexionó el obispo en la homilía.
Al finalizar la Misa, los jóvenes hicieron un momento de oración frente a la tumba que contiene los restos del padre Brochero.