El 16 de octubre se conmemoró el octavo aniversario de la canonización del Santo Cura Brochero. En la Diócesis se invitó a rezar por todas las fuerzas y grupos que trabajaron en el combate y la extinción del fuego durante los incendios forestales en la provincia de Córdoba.
Al conmemorar, el pasado 16 de octubre, el octavo aniversario de la canonización del santo Cura Brochero, el obispo de Cruz del Eje presidió, en el santuario de Villa Cura Brochero, una misa en la que expresó el agradecimiento del pueblo cordobés a todas las personas e instituciones que trabajaron en el combate y la extinción del fuego durante los incendios forestales que se mantuvieron hasta hace unos días sobre todo al norte del departamento Punilla, en San Marcos Sierras y al norte de Traslasierra, en el departamento de Pocho.
En la celebración estuvieron presentes representantes de los Bomberos Voluntarios, la Policía de la Provincia de Córdoba, el equipo técnico de Acción Ante Catástrofes (ETAC), el departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR), y brigadistas del Parque Nacional Traslasierra, del Plan Provincial de Manejo del Fuego, del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, de los medios aéreos de servicio y del Ejército Argentino.
“A mí me gustaría decir que Brochero es para el futuro, que los santos son para el futuro”, expresó el obispo en su homilía, y planteó que “su canonización se demoró porque el don de Brochero es, de un modo especial, don para estos tiempos que vivimos y para los que vendrán. No solo hacemos memoria de un acontecimiento de hace 8 años, memoria de Brochero caminando por estas calles, sino que somos inspirados, animados a encarnar a Brochero“. Expresó el obispo.
En ese sentido, animó a “encarnar los valores que Brochero puso de modo tan elocuente, tan visible, tan concreto por estos pagos. Ustedes han puesto de manifiesto nuevamente la importancia de trabajar unidos; que es posible construir futuro sí vamos juntos cuidar a la gente y cuidar la casa común, la madre tierra van estrechamente unidos“.
Y añadió: “Quiero ser un eco del aplauso de la gente, y a mí me ha parecido que el aplauso de la gente ha sido grande, y que ese aplauso tiene que continuar, quizás de modo más silencioso; un aplauso hecho oración por ustedes, por sus cuarteles, por sus jefes, por sus familias, por sus trabajos. Gracias por ser un ejemplo del amor concreto. Francisco ha dicho que el futuro no está solamente en manos de los políticos, de los grandes líderes, de las grandes empresas. Su responsabilidad es enorme. Sin embargo, el futuro está, sobre todo, en las manos de las personas -yo añado que como ustedes- que son capaces de reconocer al otro como un ser humano, como un hermano, una hermana; y son capaces de incluir a los otros como parte de un nosotros.“
“Ustedes han sido protagonistas de lo que el papa llama la revolución de la ternura. Según Francisco la ternura es el amor que se hace cercano y concreto. La ternura es un movimiento que nace en el corazón y llega a los ojos, a los oídos y a las manos. Llega a los ojos para ver lo que le pasa al otro, a los oídos para escuchar a otros, para oír el grito de los pequeños, de los pobres, de los que temen por su futuro, para oír el grito de la casa común, a veces silencioso, y otras veces para oír el crujir atronador del monte que se quema, cuando el fuego avanza sobre la fauna y la flora y no se lo puede detener. Ustedes, hombres y mujeres, han sabido utilizar las manos y el corazón para acariciar la vida en medio de la oscuridad y el dolor. Por eso hay que decir que ustedes son héroes y que la ternura es el camino de los valientes y fuertes“, elogió el Obispo.
En otros lugares de la Diócesis se celebró la Misa con esta intención. En la Iglesia Catedral de Cruz del Eje, los sacerdotes de la zona pastoral se reunieron a rezar y bendijeron al personal de bomberos voluntarios y DUAR que combatieron los incendios en San Marcos Sierras, también al grupo de Cáritas, que ayudó en la asistencia a las familias necesitadas. El padre José Barrera, párroco de la Catedral, elogió la valentía de estas personas en la lucha desigual con el fuego y la solidaridad de la comunidad civil. La Misa fue presidida por el delegado de pastoral social, monseñor Vicente Zappia.