Convocados por nuestro Obispo, unos 300 jóvenes representantes de los centros de estudiantes de colegios de diferentes puntos de la Diócesis se reunieron en Villa Cura Brochero el 26 de agosto para reflexionar sobre proyectos en común que respondan a las inquietudes de los estudiantes.
El Papa Francisco nos dice que en nuestra sociedad es necesario acompañar a los jóvenes para que sean “lideres populares”, es decir capaces de incorporar a todos, incluyendo en la marcha juvenil a los más pobres, débiles, limitados y heridos. Sin asco ni miedo a los jóvenes lastimados y crucificados (cf. Christus vivit n. 231).
Siguiendo este espíritu, nuestro Obispo monseñor Ricardo Araya, convocó a reunirse el 26 de agosto en Villa Cura Brochero a todos los integrantes de los centros de estudiantes de los institutos de nivel secundario y superior de la Diócesis de Cruz del Eje. La organización estuvo a cargo de los estudiantes, los miembros de los equipos de gestión y docentes de los colegios confesionales de la Diócesis (gestionados por el Obispado o por congregaciones religiosas). Acompañó el Obispo, los delegados diocesanos para la educación, sacerdotes capellanes, religiosos, religiosas y seminaristas.
La jornada comenzó con un recorrido en el Parque temático “Brochero Santo” y la animación de los alumnos del profesorado de educación física del Instituto Brizuela. Luego los estudiantes comenzaron un trabajo de reflexión a partir de temas que ellos habían propuesto en un instancia previa que se desarrolló mediante un formulario a nivel institucional. Los temas tratados fueron: “La discriminación, el bullying y el abuso”, “La familia, los jóvenes y la cuestión de género”, “El protagonismo social, político y religioso de los jóvenes” y “Las redes sociales y otros medios de comunicación”. Cada taller contaba con un docente moderador. Las jóvenes armaron un proyecto de cada tema que los centros de estudiantes pueden desarrollar en la institución.
Nuestro Obispo escuchó las propuestas de los estudiantes y les dirigió un mensaje: “Hoy celebramos al Beato Ceferino Namuncurá, un joven como ustedes. Un hijo de un pueblo originario, de ahí aprendió que la tierra se la cuida como se cuida a su madre. A los dos años fue bautizado. Él supo armonizar en su vida ser mapuche y cristiano. Él decía que quería estudiar para ser útil a su gente: ¿ustedes se preguntan para qué estudian? El trabajo que va a tener cada uno tiene siempre una dimensión comunitaria, ni es solo para engrosar el propio patrimonio, es para el bien común, para ser útil al pueblo”.
Monseñor Ricardo destacó el trabajo de los jóvenes y los animó a seguir tejiendo relaciones entre ellos, continuó diciendo: “Los invito a dos cosas: no se encierren en grupos pequeños que son la prolongación de mi propio ‘yo’, y no trabajen necesariamente para el interno de la Iglesia. Todos ustedes son bautizados y llamados a servir en la familia, en la vida social y en la política. Trabajar en favor de la convivencia social, la justicia, los derechos humanos, la reconciliación y en contra de la violencia.”
Para finalizar el Instituto agrotécnico Stella Maris entregó a cada colegio un algarrobo de su propia producción forestal y luego los participantes se dirigieron en procesión al Santuario del Santo Cura Brochero para una celebración.
Participaron los ocho colegios del obispado, cuatro de congregaciones religiosas y uno de gestión pública. Los trece colegios participantes fueron: Instituto Nuestra Señora de Lourdes (La Cumbre), Instituto Madre Cabrini (Capilla del Monte), Instituto Nuestra Señora del Valle (Cruz del Eje), Instituto Juan Pablo II (Cruz del Eje), Instituto Santo Domingo (Villa de Soto, administrado por las Hermanas Dominicas de San José), Instituto José Manuel Estrada (Villa de Soto), Institutos Tránsito de María y Cristo Obrero (Villa Cura Brochero, administrado por las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús), Instituto Juan Bautista Alberdi (La Paz), Instituto Juan Vicente Brizuela (Villa Dolores, niveles secundario y superior), Instituto Sagrado Corazón de Jesús (Villa Dolores, administrado por las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús), IPEM 146 Centenario (Villa Dolores, de gestión estatal) e Instituto agrotécnico Stella Maris (San Pedro).
